Rompieron
con los guiones escritos el Schalke y sus jugadores, que cuajaron un gran
encuentro en el Santiago Bernabéu, ante un Real Madrid que jugó muy por debajo
del nivel al que estamos acostumbrados. El encuentro acabó con un 3-4 a favor
de los alemanes, que se quedaron a un solo tanto de eliminar al vigente
campeón. Cristiano por partida doble y Karim hicieron los tantos locales
mientras que Huntelaar con un doblete, Sanë y Fuchs hicieron los visitantes.
Ancelotti
rotó, poco pero lo hizo, Khedira fue titular por delante de Lucas e Illarra, y
Arbeloa y Coentrao salieron en las bandas. La gran novedad fue la convocatoria
tras su lesión de Luka Modric, que acabó disponiendo de muchos minutos. Di
Matteo recurrió al 4-4-2 y le acabó saliendo la jugada a la perfección.
Comenzó
muy espeso el Madrid el encuentro, la posesión estaba más o menos repartida
pero era el Schalke el que cada vez que tenía el balón tenía una llegada de
peligro. Choupo-Moting tuvo la primera para los alemanes, pero su definición
tras el pase atrás no fue buena. Meyer, que sin duda fue de los mejores del
partido, tuvo un tiro franco en el segundo palo tras una contra pero lo cruzó
demasiado.
Así
llegaría el primero de los siete, un centro desde la derecha que se pasea, y
acaba la pelota en Fuchs, sólo en el segundo palo que fusila a Casillas, que
pudo hacer algo más. Se oyeron pitos en el Bernabéu, nadie comprendía que le
pasaba al Madrid que no se había acercado en veinte minutos. Tras el gol, Bale
provocó un córner que Kroos pondría al corazón del área donde aparecería
Cristiano para rematar lejos del alcance del portero.
El
partido pasaría a una dinámica que le venía mejor a los blancos, Bale tuvo el
segundo pero el joven guardameta sacó el remate. Y en el 40’ llegaría la
locura, Huntelaar remataba al larguero una volea desde la frontera, y mientras
el público respiraba, Meyer tiraba desde la frontal, Casillas la deja muerta y
el delantero holandés aparece para empujarla. Al Bernabéu casi le da algo, el
Schalke estaba a un gol de dejar fuera al campeón.
Hasta
que en el 45’, volvía a aparecer Cristiano para rematar un centro de Coentrao
al segundo palo. El Madrid había vuelto a poner de cara la eliminatoria, y el
Schalke se iba tocado al descanso. Parecía acabada la eliminatoria, y más
cuando Benzema en el minuto 53 marcaba el tercero para el Madrid, tras un
rechace de Coentrao en el que aguantó ante Wellenreuther y cuando este se
venció la empujó a portería vacía.
Ancelotti
decidió mover ficha, Luka Modric se preparaba para saltar, cuando Sanë remató
desde la frontal del área con rosca hacia dentro sorprendiendo a Iker, que no
se movió. Con el empate en el marcador, el croata le dio mucha libertad al
centro del campo, Kroos e Isco se despreocuparon algo de la salida de balón,
pues Khedira tocó tres balones y los perdió.
El
encuentro entró en una dinámica muy conservadora, ninguno de los dos equipos
acosó al otro, pero el desgaste empezó a hacer mella en los alemanes que
dejaron más espacio a la BBC para maniobrar. Tras unas cuantas ocasiones
desperdiciadas, Sanë montaba una contra donde se le apagó la luz, y Modric tocó
para recuperar, con la mala suerte de que ese toque se convirtió en una
asistencia para Huntelaar que no perdonó ante Casillas, esta vez si totalmente
imparable la definición.
Restaban
cinco minutos más el descuento que había que aguantar, Casillas voló para sacar
un lejano disparo de Sanë, que desde su entrada había creado mucho peligro. El
capitán de la selección tuvo que despejar varios córners, atajar un disparo de
Howëdes desde la frontal, pero al final los blancos hacían valer su resultado
de Alemania, y consiguieron el principal objetivo, su pase a cuartos.
El
Madrid encadena tres partidos sin conocer la victoria, Ancelotti va a tener
mucho trabajo estos cuatro días que restan del partido ante el Levante, partido
clave para el desarrollo del equipo, no solo porque el Madrid no quiere perder
coba con el Barsa, sino también porque tiene que visitar el Camp Nou dentro de
dos semanas, y si quieres ganar allí, sabe Dios que, jugando así, sales con un
saco de goles.
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