domingo, 22 de febrero de 2015

¡Las Islas Canarias son blancas!


  • Lección de baloncesto de Rudy Fernández, nombrado MVP, secundado por Nocioni, Ayón y Sergio Rodríguez.
  • El equipo blanco conquista su vigesimoquinto título de la Copa del Rey.

El Real Madrid se ha impuesto de forma magistral (por resumirlo) al FC Barcelona en la final de la Copa del Rey de baloncesto de 2015, en un partido marcado por la actuación arbitral, la magia del Chacho, el buen hacer de Rudy y la garra de Nocioni, sin olvidarnos de Felipe o Ayón, que estuvo soberbio en todo momento.




El Real Madrid salía al partido con Llull, Carroll, Rudy, Felipe y Ayón, mientras que el FC Barcelona salía con Satorasky, Doellman, Hezonja, Oleson y Tomic. Reyes anotaba la primera canasta de la final, y los blancos se mantenían por delante durante los primeros minutos. Satoransky ponía por delante a los suyos, pero Ayón, con 4 puntos consecutivos, devolvía el mando del partido al Real Madrid. Abrines anotaría 2 triples consecutivos poniendo de nuevo por delante al FC Barcelona, y con una canasta de Doellman se llegaba al final del primer cuarto, con un marcador de 21-18.

En el segundo cuarto, el FC Barcelona estuvo más acertado. Nocioni forzaría una acción de 2+1, y los blancos se distanciaban en el marcador, llegando a una ventaja mínima de 4 puntos, que redujeron entre Doellman y Tomic (28-27 min. 15). El Real Madrid se venía abajo, y su rival se aprovechaba de ello, cosechando una ventaja de 7 puntos, pero Slaughter saltó a pista y cambió la cara del equipo blanco: se volvió a defender y a atacar con acierto, y un robo con mate posterior de Rudy finalizaba el segundo cuarto, con un ajustado 42-41.

Tras el paso por vestuarios (bendito vestuario), el Real Madrid ofreció la otra cara, la del equipo que defiende atrás y arrasa arriba, la del equipo basado en el compañerismo y el sacrificio. Una canasta de Rudy nos colocaba a tan solo un punto del FC Barcelona, y nos hacía soñar con la remontada, la remontada de 2014. Nocioni empataba el partido con un triplazo desde el 6'75 y Xavi Pascual, viéndose superado por Laso, paraba el partido. El Real Madrid empezó a sumar puntos y tras un triple de Maciulis y una canasta de Ayón, el Real Madrid se iba en el marcador, finalizando el tercer cuarto con un claro 57-64.

Pero vaya último cuarto nos tocaba vivir, el cuarto del robo, la indignación, el sufrimiento, y la alegría final. Una canasta de Satoransky, en el minuto 34, acercaba a los suyos en el marcador (63-64), pero los blancos reaccionaron y volvieron a ampliar la distancia, llegando a disponer de una ventaja de 6 puntos tras canasta de Sergio Rodríguez (¡bendito seas Chacho!). No obstante, los árbitros decidieron que el partido no podía acabar así, que el Real Madrid no podía conquistar las islas, que el trabajo de Nocioni, Rudy, Ayón o Chacho por mencionar a algunos no valía para nada, y el FC Barcelona llegó a igualar el marcador por medio de Navarro.


Y apareció la casta, el orgullo, o lo que es lo mismo, Felipe Reyes, que desde la línea de personal volvía a colocar por delante a los blancos. El mago blanco, conocido como Sergio Rodríguez, colocaba el marcador en 71-75 y Nocioni anotaba los últimos puntos de la final, de un partido para guardar, un partido no apto para cardíacos. El Real Madrid ganaba al eterno rival por 71-77 y la alegría se desataba entre los aficionados blancos. Pobre iluso aquel que dijo que se iba del Real Madrid para ganar títulos...


Redactado por: Álvaro Rodriguez || @alvaro_1301

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