sábado, 7 de marzo de 2015

Atlhetic 1-0 Madrid. El liderato depende del Barcelona

Un partido duro, difícil y en un ambiente hostil es al que se ha enfrentado el Real Madrid. No ha terminado en final feliz, pues se ha puesto en riesgo el liderato. El Fútbol Club Barcelona puede ser el nuevo líder en Primera División.



El partido en La Catedral se preveía complicado, y así fue. Los peores presagios de los madridistas se han cumplido. El Athletic de Bilbao ha ganado, merecidamente todo hay que decirlo, al Real Madrid. Con esta derrota queda la liga a merced del Barcelona. Si mañana gana al Rayo en el Camp Nou, cosa que es más que probable salvo sorpresa máxima, será el nuevo líder de Primera División.

La primera parte en San Mamés transcurrió de error en error en el Madrid, o de acierto en acierto en el Bilbao, todo depende del punto de vista con el que se mire claro está.  En un encuentro donde los de Carlo Ancelotti se juegan el liderato, los jugadores volvieron a dar síntomas de una apatía preocupante. La defensa no conecta con el centro del campo y estos no conectan con la delantera. Con un Cristiano Ronaldo que parece que está de vacaciones, un Benzema que tiene la pólvora mojada y un Bale que está a criar malvas, ¿quién estaba para anotar un gol? Nadie. Tan solo 3 tiros han sido los que los merengues han disparado a la portería de los leones.



Por el contrario, al Athletic le salía prácticamente cada jugaba que trazaban. Con peligro llegaban y dominaban el partido. Aduriz ya avisó en el primer minuto, quien puso en alerta a los aficionados del Real Madrid. La respuesta de los blancos estuvo en las botas de Benzema. El francés desaprovechó una gran oportunidad que le brindó Carvajal e Illarra, pero se durmió en los laureles y perdonó la ocasión.

El Real Madrid continuaba dormido. Sin la magia de Isco, que no apareció en toda la primera mitad; y con Kroos fundido por el poco descanso que tiene, los merengues seguían perdidos y sin un timón que les guíe por San Mamés. Con este panorama Aduriz aprovechó la oportunidad y en el minuto 26 puso por delante en el marcador a los leones. Una rosca perfecta de Mikel Rico desde la derecha provocó el cabezazo inapelable del delantero. Así se llegó al descanso de un partido que el Athletic mandaba en todas las facetas del juego.



La segunda parte comenzó muy bien para el Real Madrid. Un arranque impresionante de los blancos ofrecía esperanza a su afición. Una magnífica jugada entre Isco, Cristiano y Benzema que no remata el francés por la gran anticipación de Balenziaga. Todo indicaba que Carlo Ancelotti les arengó en el vestuario y salieron con una velocidad diferente. En los primeros 5 minutos de la segunda mitad han creado más peligro que en los primeros 45 minutos del encuentro.

El Athletic creaba peligro con sus contras. Gracias a Williams lograban desbordar a la defensa del Madrid para intentar ampliar la ventaja en el marcador. Llegaba el minuto 60 y nadie era capaz de igualar el encuentro. Por mucho que lo intentaban los vikingos, los leones cerraban bien toda posibilidad de anotar un gol. Aunque la actitud mejoró de cara a la segunda mitad, si no se marcaba no servía de nada. Después del empate contra el Villarreal en la pasada jornada, el fantasma de perder el liderato agobiaba a los futbolistas de Ancelotti.



Ernesto Valverde intentó frenar el ímpetu blanco con un cambio. En el minuto 64 entró Susaeta por Muniaín. Este cambio le iba a dar más estabilidad a los bilbaínos en el centro del campo. Todo eran suposiciones, pues el Real Madrid continuó dominando el esférico.

Poco a poco iba rompiéndose el partido y todas las estrategias de los dos entrenadores se venían a pique. Se convirtió en uno de esos encuentros que aman los espectadores y donde los técnicos se tiran de los pelos: no existe el control. Con este ambiente Carlo Ancelotti decidió realizar un cambio táctico. Jesé entró en el 71 para aportar su velocidad, dinamismo y olfato goleador en detenimiento de Illarra. Un esquema de 4-4-2 es el que se quedaba sobre el terreno de juego para el Real Madrid.



El Madrid dominaba sin lograr el empate. Se iba mermando el espíritu luchador de los jugadores. Con este escenario Ancelotti decidió dar entrada en el 75 a Lucas Silva y dar algo de descanso a un Toni Kroos que estaba fundido. Cómo se nota la falta del verdadero dueño del centro del campo blanco: Modric. La mala racha del equipo merengue comenzó con la baja del croata, desde entonces el juego del equipo ha sido una pantomima.

En el minuto 80 se produjo la última sustitución en el Real Madrid: Benzema dejaba su puesto a Chicharito. La mejor ocasión para empatar el encuentro estuvo en las botas de Gareth Bale, quien desde el centro del campo envió al palo el balón. Jesé intentó enganchar el rechace sin acierto. El empate cada vez estaba más lejos, pues el tiempo se agotaba y ya solo quedaban 7 minutos más el añadido.




A pesar del ímpetu del Real Madrid, no pudo ser. El partido se perdió en la primera parte, cuando el equipo no salió con las ganas, la motivación y la presión necesaria para ganar. Daba la impresión de que la liga se la estaba jugando el Athletic y no el Madrid. Con el mal juego de la primera, aunque en la segunda se tuvo la posesión del balón, sumado a las ganas, no fue suficiente para lograr un empate o la victoria. Se avecinan tiempos difíciles en el Bernabéu que puede perder el liderato en cuestión de horas. Prepárense para abrocharse los cinturones que vienen curvas en el feudo blanco. 

Redactado por: Desireé Moya
@DesiMH20

No hay comentarios:

Publicar un comentario