Dos
pasos. A dos pasos se encuentra el equipo blanco de ser más Real que ningún
otro club de Europa. Ocho coronas le contemplan en la máxima categoría y dos
batallas más le separan de la novena joya que luciría en sus vitrinas si gana
esta guerra abierta frente a otomanos y, previsiblemente, frente a los rusos.
La segunda semifinal de esta Final Four entre Real Madrid y
Fenerbahce se antoja tensa y complicada a pesar de los precedentes entre ambos
equipos.
Precedentes y cómo
llegan
Los últimos cinco partidos han caído del lado madridista, el
que menos por ocho puntos de diferencia. Quizá por ello las casas de apuestas
dan como favorito a los de Laso.
Hay que remontarse a finales de 2012 para encontrar un
contundente 77-61 a favor de las huestes blancas. Por entonces Begic, Draper,
Carlos Suárez vestían la elástica del equipo blanco. Los Bogdanovic, Preldzic o
Romain Sato estaban en un equipo que dirigía el transalpino Simone Pianigiani.
Son dos años y medio sin que ambos equipos se hayan medido
en partido oficial y aunque las plantillas han sufrido algunas modificaciones
de peso, la competitividad de ambos equipos se ha visto reflejada en sus
respectivas clasificaciones.
El Fenerbahce se deshizo en cuartos del Maccabi por la vía
rápida, un 3-0 en el que el primer partido marcó la tendencia de la serie.
Victoria en la prórroga que desorientó a los israelíes en el resto de la eliminatoria.
Por su parte, el Real Madrid también mostró su poderío
frente al Anadolou Efes en una serie que tuvo más dificultades del 3-1 final
reflejado. La calidad de los turcos, su acierto ofensivo en algunas fases y la
carga del rebote ofensivo pusieron en algunos aprietos a los de Laso que
hicieron valer finalmente la fluidez de su ataque y sus momentos de garra e
inspiración defensiva.
Si la escuadra blanca quiere ser finalista en una Final Four
hecha a su medida, tendrá que controlar muchos aspectos del juego;
- La presión de jugar en casa. Aunque el elemento es
motivador, un exceso de motivación y de presión por “obligarse” a ser campeones
puede pasar factura al equipo. Abstraerse de este factor es clave para jugar
relajados pero concentrados en el objetivo, que debe pasar primero por llegar a
la final.
- Presión defensiva. En una semifinal de Copa de Europa la
tensión competitiva es de vital importancia. La mejor manera de entrar bien en
un partido es completar unas buenas acciones en defensa que den confianza al
equipo para hacer las cosas bien en ataque.
- Seguridad y confianza en ataque. Los nervios no deben ser
los enemigos del equipo. Transformarlos en concentración ofensiva ayudará al Real
Madrid a ejecutar su juego dinámico, veloz y de rápidas transiciones. Los
tiradores cada vez tienen más protagonismo en el baloncesto actual y tanto
Carroll como Llull o Rudy deben mostrarse implacables y efectivos. El equipo
blanco da 21 asistencias por partido mientras que su rival sólo 16, lo que
habla de la importancia del movimiento del balón y su aspecto diferenciador.
- Batalla táctica en los banquillos. Laso y su concepción
del baloncesto rápido frente a la veteranía y calma de uno de los mejores
entrenadores europeos como es Zeljko Obradovic. Este último ya sabe lo que es
ganar el máximo trofeo contintental.
- Control sobre el cuarteto clave del Fenerbahce: Goudelock
es el máximo anotador con más de 16 puntos por encuentro y tiene un 45,5% en
tiros de tres, Bjelica promedia 12 puntos y es el mejor valorado de su equipo
ya que es el máximo reboteador con 8,6 por choque, Bogdanovic es el talento
joven del equipo y promedia casi 11 puntos por encuentro y finalmente Vessely
que a sus 11 puntos hay que añadir casi 6 rebotes por encuentro. La defensa de
Lull y Sergio sobre el estadounidense tiene que ser agresiva desde el principio
y Nocioni se las verá con uno de los más polivalentes aleros de la Euroliga,
Bjielica. Rudy, por su parte, tendrá que estar muy pendiente del joven
Bogdanovic cuyo talento siempre es una amenaza.
- El juego interior de los blancos debe tratar de imponerse
tanto en el rebote como en el aspecto intimidador. Los turcos atrapan una media
de 36 rebotes por partido siendo Bjelica y Vesely con 8,6 y 5,4 los máximos
exponentes, dos más que el Real Madrid con 34 y siendo Felipe con 5,5 y Ayón
con 4,4 los que más capturan pero a su vez obtienen más ayuda del resto del
equipo. Nuestros interiores ponen un tapón y medio menos que los interiores
turcos; Mejri y Ayón son los que más intimidan en este sentido. Su presencia
será determinante para hacerse con los mandos de la zona.
TV
Con
las cámaras de Canal+1 y Canal+ Deportes, el próximo Viernes 15 de Mayo a las
21 horas podremos disfrutar del partido más importante hasta este momento de la
temporada, uno de los dos pasos que el Real Madrid debe dar para que el sueño
sea Real, para que la copa quede en casa.
Como
siempre, os invitamos a que podáis seguir la narración del partido desde
nuestra nueva cuenta @BasketEC y que
todos juntos animemos a nuestro Real!
Previa
por @delaordenc
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