El Madrid, dirigido por José Mourinho, llegaba al encuentro buscando ayudar a Cristiano Ronaldo en su particular duelo con Messi, y el Granada, dirigido en aquel entonces por Abel Resino, sabedor de ello, estableció una férrea defensa que estuvo a punto de costarle el partido al club blanco. Suele suceder que esos favores individuales en perjuicio del bien colectivo pasan factura. Lo sabían los locales, así que se cerraron alrededor de CR y allí se las dieron todas, que no había manera. Se estrelló el Real en tan absurda pugna, con más desgana que fútbol.
El Granada se adelantaba en el minuto 5, tras una pérdida de Marcelo, y se encerraba atrás, y esperaba a las contras para intentar hacer daño al Madrid. Mourinho cambió la táctica a seguir, y el Madrid mejoró su juego, empezando a crear ocasiones con peligro.
Hurtado cometió un penalti absurdo, que ejecutó Cristiano Ronaldo, y el Madrid empataba el partido, hasta que el jugador rojiblanco Cortés se metió un gol en propia puerta, que le daría la victoria al Madrid.
No obstante, la acción más comentada llegaría al final de partido. En el club rojiblanco no sentó bien la actuación del árbitro, Clos Gómez, arremetiendo varios jugadores contra él, pero sin duda la peor acción fue la del "polémico" ex-jugador rojiblanco Dani Benítez, que lanzaba una botella al árbitro, y acabaría siendo sancionado por 3 meses
Redactado por : @alvaro_1301
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