Alberto nació en Puertollano en 1978 y desde muy pequeño destacó siendo una gran promesa en la propia cantera blanca. Al ser uno de los mejores jugadores del Castilla, en las últimas jornadas de liga de 1995, debutó ante el Celta de Vigo. El jugador cuajó un debut soñado llegando a marcar un gol.
Rivera celebró ese gol, que pasó a la historia blanca por ser el jugador más joven en marcar, con diecisiete años. Estos hechos no le sirvieron para subir al primer equipo y continuó formándose profesionalmente en la cantera.
En 1999 el mediocentro acordó con el club una cesión en busca de unos minutos que en Madrid no podría encontrar, el Numancia se hizo con él durante una campaña.Tras cuajar un gran año en Soria regresó al Real Madrid, donde jugó algunos minutos llegando a debutar en Champions pero no encontraba continuidad a nivel deportivo. El club merengue decidió dejarla salir nuevamente mas esta vez sería a un club importante a nivel deportivo.
Rivera jugó lo que restaba de la temporada 2000/2001 en Marsella donde ganó experiencia y olfato de gol, siendo un miembro importante en el Olympique.Pese a sus buenas actuaciones y que Rivera no estaba defraudando, le faltaba un poco para ser un jugador importante en la primera plantilla por lo que en la 2002/2003 se volvió a ir cedido. Esta vez al Levante de Preciado con el que estuvo cerca de conseguir el ascenso.
Debido a su gran rendimiento el conjunto granota se hizo con su pase completo y en esa temporada consiguió ascender siendo Alberto uno de los jugadores vitales del sistema de Preciado, llegando a marcar 11 goles.
Tras el ascenso el jugador castellano manchego pensó que seguir otra temporada en el club valenciano le beneficiaría pero no se pudo lograr la permanencia y perdió continuidad en el juego con las destituciones continuas de entrenadores.En verano de 2005 Alberto se comprometió con el Real Betis, que estaba clasificado para Champions League. Tras una regular actuación en la máxima competición, compitieron en UEFA donde también fueron eliminados.
Rivera se convirtió en el mástil del equipo bético, donde estuvo unas tres temporadas en las que jugaba mucho y otras en las que no tanto.
Tras cuatro años en Andalucía se marchó al Sporting en las que su titularidad era indiscutible, y en las que se volvió a encontrar a Preciado. Tras conseguir diferentes premios del club sportinguista continuó otros tres años. La liga le reconoció su trayectoria con el Trofeo al Juego Limpio, el mismo año en el que el club descendería.
El Elche se fijó en él, donde firmó por dos años consiguiendo un ascenso siendo otra vez más indiscutible. El año siguiente en Primera perdió protagonismo con las jornadas pero su labor era muy meritoria, reconociendo su trabajo el técnico Escriba.
Tras finalizar contrato con los ilicitanos, el centro campista anunció su retirada consiguiendo la permanencia del Elche y sabiendo que ha hecho el trabajo de forma más que correcta.
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