El conjunto de Zidane gana en Toledo y termina la temporada en sexta posición.
Un gol de Borja Mayoral sirvió para cerrar con buen sabor de boca el ya amargo ejercicio madridista. El conjunto de Zinedine Zidane superó con suerte y solvencia a un Toledo que, aunque se jugaba el cuarto puesto ante su público, demostró no estar a la altura de las circunstancias que se piden para tal honor.
Sin hacer nada del otro mundo, aprovechando la velocidad en banda de los brillantes Burgui y Álvaro Jiménez, los madrileños aprovecharon la candidez de las acometidas verdes, jugaron con comodidad y solventaron la papeleta en Toledo gracias a una veloz contra en la que los de Zidane batieron a la frágil defensa toledana. Álvaro tocó dentro del área, Mayoral tocó en el área pequeña y los de Odegaard, más desaparecido que otra cosa en el último partido de Liga, se impusieron en el marcador de un Salto del Caballo que solo se movió esa vez, incapaz de aprovechar las ofensivas acciones del siempre aplicado Rufino.
Aunque para aplicados los mencionados en banda Burgui y Álvaro, quizá lo más destacado del partido y lo mejor de un equipo de Zidane que mostró fortaleza, quizá la entereza que se le esperaba durante el año saliente y que, al menos, ya tiene practicada de cara al ejercicio entrante.
Al fin y al cabo, eso es con lo que hay que quedarse en el tramo final de un ejercicio que no se puede considerar ni mucho menos positivo en casi ningún aspecto excepto en este del que hablamos: se acabó la temporada actual y ya hay alguna que otra piedra de cara al próximo proyecto – ¿de Zidane? – en el Alfredo si Stéfano.
Alberto @SiempreRamosSi
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