El joven atacante malloquín ha pasado este verano por una montaña rusa de emociones, empezando por su llegada al Real Madrid desde el RCD Mallorca por una cantidad cercana a los 4 millones de euros y siguiendo por la conquista del Europeo sub-19 con España, junto con el castillista Borja Mayoral y el cedido en el Zaragoza, Jesús Vallejo.
Ahora, tras hacer parte de la pretemporada con el conjunto blanco, toca volver a hacer las maletas rumbo a Barcelona, donde llevará el dorsal 25 en el RCD Espanyol.
A su llegada, era claro que Marco no tenía sitio en el Real Madrid, al menos no tendría los minutos necesarios para no frenar su progresión. Delante suya estaban ni más ni menos que jugadores de la talla de James o Isco en mediapunta o Bale y Cristiano en bandas.
A pesar de que su sitio esta temporada estaba en un equipo de Primera, los 89 minutos que ha disputado en la pretemporada blanca han bastado para que todos los madridistas se den cuenta de su enorme potencial.
Llegó a jugar 44 minutos en la final de la Audi Cup contra el Bayern de Múnich, y no desentonó ni mucho menos, siendo un auténtico revulsivo y atreviéndose siempre a encarar y a combinar con sus compañeros.
Pero tras no ser convocado para el Trofeo Santiago Bernabéu era ya meridianamente claro que el mediapunta de 19 años estaba cerrando el acuerdo. Hoy mismo se hizo público el acuerdo, y mañana viajará a Barcelona para pasar el reconocimiento médico, firmar y ser presentado a las 12:15 h en el Power 8 Stadium.
Tendrá oportunidades seguro para hacer cosas importantes en un equipo importante como es el perico, y contará con el apoyo de su ex-compañero en el Mallorca Gerard Moreno, y del ex-castillista Burgui, también cedido.
Eduardo Ortiz // @Edu_Ortiz_Outon
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