El Real Madrid venía de perder en Champions ante el Olympique de Lyon y el equipo comenzó a recibir duras críticas, como es habitual, que se disolvieron con una goleada en el Santiago Bernabéu por 6 goles a 2 frente a un Villarreal que acusó su debilidad en defensa.
El "submarino amarillo" mostró un ritmo de juego muy bajo y el encuentro fue un monólogo del Real Madrid, aunque sin apenas ocasiones en los primeros minutos, en los que solo hubo un disparo de Marcelo. Pero en el minuto 18 Cristiano Ronaldo se sacó un obús con su pierna derecha que entró con una velocidad vertiginosa en la portería defendida por Diego López, que no pudo hacer nada ante un lanzamiento tan perfecto. Era su primer gol en Liga de falta directa y después del partido le preguntaron cómo quería que se llamara ese disparo, a lo que el portugués respondió: "Me gusta Tomahawk", y con ese nombre se quedó aquel gran disparo.
Tan solo dos minutos después, hubo un gran despiste de la
defensa del Villarreal y Marcano le hizo un penalti a Higuaín cuando el
argentino iba a rematar un centro de Marcelo. Kaká no falló desde los once
metros y puso el 2-0 en el marcador. El Villarreal cada vez estaba peor, los errores
en la defensa eran constantes y si conseguían algo de orden y solidez, Marcelo
se encargó de romper todo eso con un gran partido.
El Villarreal se encontraba ya en una situación muy crítica
con la desventaja de dos goles en contra y muy difícil de remontar, sobre todo
en un campo como el Santiago Bernabéu, aunque lo siguieron intentando y en el
minuto treinta llegaría el tanto de los visitantes para acortar distancias en
el marcador. Un testarazo de Capdevila probó a Casillas, que no pudo hacer nada ante una falta magistral en la que Senna superó con rosca la barrera y ubicó el esférico en la escuadra.
Casillas salvó a su equipo del empate antes del descanso porque el Villarreal no llegaba mucho pero cuando lo hacía creaba mucho peligro. Un centro de Nilmar rebotaba en Albiol y el balón se envenenaba camino del gol, pero apareció Iker para evitar el empate. Minutos después, Ramos salvaba una indecisión de la zaga cuando Nilmar armaba el disparo.
Aunque el protagonista de la primera parte y del encuentro fue un Cristiano al que se le pudo ver muy generoso, asistiendo a Kaká y Marcelo que chutaron alto sus dos regalos de gol, explotando su velocidad ante los pases en largo de Sergio Ramos, probando continuamente a Diego López y participando en cinco de los seis goles que marcó el Real Madrid.
Aunque el protagonista de la primera parte y del encuentro fue un Cristiano al que se le pudo ver muy generoso, asistiendo a Kaká y Marcelo que chutaron alto sus dos regalos de gol, explotando su velocidad ante los pases en largo de Sergio Ramos, probando continuamente a Diego López y participando en cinco de los seis goles que marcó el Real Madrid.
La segunda mitad fue muy similar a la primera: el Real Madrid jugando con confianza y dominando el encuentro. Y el gol madridista no tardaría en llegar, pues a los diez minutos Higuaín marcó el tercer gol del Real Madrid: Arbeloa vio el desmarque de Cristiano, que desde el costado derecho sirvió en bandeja el tanto al 'Pipita'.
Pero el encuentro se volvió a igualar con un gol de Nilmar tras una gran jugada de salón, con paredes continuas entre Pires y Nilmar. Aunque la alegría le iba a durar poco al Villarreal porque cuatro minutos después Marcelo asistió a Higuaín para que el argentino hiciera su segundo tanto y poner así tierra de por medio en el marcador.
En el minuto 79 Cristiano le regaló un gol a Kaká, que también se fue con doblete ese día y tres minutos antes de que se cumpliera el tiempo reglamentario Cristiano provocó un nuevo penalti que Xabi Alonso se encargaría de transformar en el sexto gol del Real Madrid y poner así el 6-2 definitivo en el marcador.
Con esta victoria, el Real Madrid recuperaba la confianza perdida para mantener su pulso por la Liga y acallaba todas las críticas propiciadas por la derrota en Lyon.
Pero el encuentro se volvió a igualar con un gol de Nilmar tras una gran jugada de salón, con paredes continuas entre Pires y Nilmar. Aunque la alegría le iba a durar poco al Villarreal porque cuatro minutos después Marcelo asistió a Higuaín para que el argentino hiciera su segundo tanto y poner así tierra de por medio en el marcador.
En el minuto 79 Cristiano le regaló un gol a Kaká, que también se fue con doblete ese día y tres minutos antes de que se cumpliera el tiempo reglamentario Cristiano provocó un nuevo penalti que Xabi Alonso se encargaría de transformar en el sexto gol del Real Madrid y poner así el 6-2 definitivo en el marcador.
Con esta victoria, el Real Madrid recuperaba la confianza perdida para mantener su pulso por la Liga y acallaba todas las críticas propiciadas por la derrota en Lyon.
Ana Beatriz Micó - @anmica_96
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