Esta noche
era el momento clave para el Real Madrid. Un partido que, a priori, iba a ser fácil y donde se podían lucir, no ha sido así.
Sí ha sido sencillo, pero no se ha jugado bien. La vuelta de Sergio Ramos ha
sido la nota positiva en el equipo. Con la presión de la victoria del Barça
anoche en el campo del Eibar, el Real Madrid llegaba al Bernabéu presionado
para lograr los 3 puntos y no ampliar la desventaja con su eterno rival a una
semana para el clásico. Eso se ha logrado, pero ¿a qué precio?
Un Madrid con Keylor Navas en la portería, con el descanso de Toni Kroos para dar entrada a Lucas Silva, y con el regreso de Sergio Ramos a los terrenos de juego, era el que se enfrentaba a un Levante que va decimoséptimo en la clasificación a 3 puntos de los puestos de descenso. Carlo Ancelotti decidió sentar a Iker Casillas, aclarando en rueda de prensa que con eso no señalaba al portero, sino que este partido servía para que Navas tuviera minutos. Después de una semana movidita en los aledaños del Santiago Bernabéu con las declaraciones del presidente y la casi eliminación en Champions, con mofas de Neymar incluidas, se llegaba al partido con ganas de callar algunas bocas que daban por muerto al equipo.
La primera
parte se ha disputado en el campo del Levante prácticamente. El Madrid ha
presionado arriba, ha trenzado grandes jugadas, pero siguen sin dar muestras de
la explosividad que tenía a sus seguidores acostumbrados. Ese equipo que
goleaba y maravillaba al mundo parece que se ha esfumado. La afición desea ese
buen juego, donde se divertían y disfrutaban del total control del esférico.
Pero esto ya es pasado, aunque los madridistas confían en que su equipo resurja
cual ave fénix de sus cenizas y demuestre la calidad de su plantilla.
En el
minuto 18 llegaba el primer gol. Gareth Bale abría el marcador con un tanto
desde dentro del área. Con este gol lograba calmar un poco el ambiente en
contra, pues ha recibido muchas críticas por parte de un sector de la afición.
En este momento el Real Madrid estaba jugando bien al fútbol, acercándose al
equipo que era hasta no hace mucho. El regreso de Luka Modric y Sergio Ramos al
11 titular parecía darle ese equilibrio que había perdido. El Levante se
defendía en su campo de las embestidas blancas. Hasta que en el minuto 40 se
ampliaba la distancia en el marcador. De nuevo el galés era el protagonista,
pues el disparo de Cristiano Ronaldo rozó su bota y acabó dentro de la portería
de Mariño. Así se llegó al descanso, con un 2-0 en el marcador y con un olor en
el ambiente a una goleada del Real Madrid. Lo que no sabían era que en la
segunda parte el ritmo iba a bajar.
La segunda
parte dista mucho de lo que se vio en los primeros 45 minutos. Un Madrid flojo,
que no creaba buen fútbol y que bajó el ritmo de forma considerable. La
pregunta de todo el mundo puede ser la siguiente: ¿este bajón se debe a la
facilidad del partido o a que el equipo se ha resentido físicamente? Este tema
preocupa a una afición que esperan al clásico para plantar la cara a un
Barcelona que está intratable. Quieren llegar con esperanza al partido de la
temporada, donde se decide gran parte del campeonato liguero y donde parece que
el eterno rival tiene todas las papeletas de ganar.
A pesar de
que se crearon ocasiones no se logró ampliar la diferencia. Benzema tuvo en sus
botas una gran oportunidad de hacer el tercero para su equipo, pero falló. Fue
un remate espectacular que el delantero lanzó a la madera. Era el tercer balón
que el Madrid mandaba al palo en el partido. Por su parte el Levante intentó
varias internadas en el campo del equipo local sin mucho acierto, pues no
lanzaron a puerta con peligro ni una sola vez en todo el partido.
Y así acabó
el encuentro. Los tres puntos se quedan en el Santiago Bernabéu, pero con malas
sensaciones. Parte de la grada decidió abandonar el estadio antes de finalizar
en el partido. Otra parte, la que se quedó, se dividió entre pitos y aplausos
al equipo mientras se marchaba camino de los vestuarios.
Si el
protagonista fue Gareth Bale, se podría decir que el antagonista de la historia
fue Cristiano Ronaldo. El portugués parece que no ha despertado todavía.
Después de conseguir el Balón de Oro su rendimiento ha bajado
considerablemente. Esto es uno de los temas que más preocupa a la gente del
Bernabéu, pues no entienden cómo su estrella se ha apagado de la noche a la
mañana. Se le vio cabizbajo durante casi todo el partido, con los brazos en
jarra y enfadado consigo mismo por no lograr un gol que calmara las cosas.
Parece que el crack portugués no está pasando por su mejor momento, y es que
Leo Messi no mejora las cosas. La Pulga
ya se ha convertido en el pichichi del campeonato con 32 goles (30 son los que
lleva CR7).
Después de
este partido, queda esperar al domingo a las 21:00 para ver quién será el líder
de la Primera División. ¿Fútbol Club Barcelona o Real Madrid? El mundo se
detendrá para ver el mejor partido de fútbol que se puede ver hoy en día sobre
un terreno de juego. Los blaugranas tienen el partido de Champions el
miércoles, algo que puede hacer que lleguen más cansados al partido. El equipo
blanco no tiene ningún encuentro entre semana, por lo que tienen más días para
descansar. El domingo veremos una lucha que, si el árbitro y los jugadores nos
lo permiten, será digna de admirar. Es hora de ver buen fútbol y fair play… La batalla continúa…
Redactado por: Desireé Moya
@DesiMH20
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