Sergio Molina Beloqui, Moli como muchos le llamaban aquí, era uno de esos jugadores que crecieron en el seno del Real Madrid. Molina nació el 18 de Febrero del 96 en Madrid y era un ejemplo de niño que ingresó en el club desde el Benjamin A con tan solo 9 años (tras una temporada en el E.F. Alcobendas) y casi llegó a lo más alto de la cantera blanca. Este verano se embarcaba en la aventura en la Liga inglesa y fichaba por el Stoke City, cerrando su época de jugador del Madrid de una manera algo agridulce.
Molina es un centrocampista de perfil defensivo, con especial destreza para distribuir balones, iniciar las jugadas, con mucha visión e inteligencia y con una gran dosis de talento. Vistió por primera vez la camiseta blanca en 2005 y dentro del club fue progresando en todas las categorías inferiores hasta culminar su trayectoria en el Juvenil A y siempre como nuestro eterno capitán, desde los 10 años hasta que se marchó con 19. Moli era un líder para sus compañeros, alguien en quien siempre se apoyaban y confiaban por sus virtudes técnicas pero también por su carácter. Durante muchos años se le veía como uno de los mediocentros más prometedores de La Fábrica y se convirtió en un emblema en cada partido que jugaba.
Como momentos destacados de su carrera en categorías inferiores, se puede mencionar la ocasión en que fue convocado para entrenar con la selección española cuando militaba en el Cadete A (2012).
En su última temporada en el Madrid, la recién acaba 2014/2015, Molina jugó y capitaneó la Liga en la que el equipo acabó segundo del Grupo 5 de la División de Honor. También hizo lo propio en la UEFA Youth League; destacable el partido contra el Ludogorets en casa en el que Molina marcó un doblete en la abultada victoria por 6-0 del equipo.
Y para cerrar temporada llegaría la Copa del Rey Juvenil, que Molina jugó muy bien también, pero que siempre le dejará un doloroso recuerdo por la situación que se dio en la final. Nadie nunca le ha culpado por el penalti fallado y el orgullo que los madridistas tenemos por el capitán de aquel equipazo que quedó subcampeón de España es lo que personalmente me gustaría que Molina se hubiera llevado de aquella última competición. Tras tantos años en los que tanto hay que agradecerle, es cruel que la despedida fuera así.
La desaparición del Real Madrid C, la acumulación de centrocampistas en el Castilla y el hecho de que por edad, Molina tuviera que buscarse una salida, le llevaron a anunciar el 4 de agosto su fichaje por el Stoke City. Los Potters se hacían así con los servicios del jugador por las próximas tres temporadas, que se incorporó a la catergoria Under 21.
Debutó con el equipo el 15 de agosto en la victoria del equipo frente al Wolverhampton Wanderers saliendo como suplente, pero desde entonces fue titular contra el Swansea y el Fulham. Y aunque el equipo parece tropezar en este inicio de temporada, se ve que Molina se está ganado la confianza y el apoyo de la afición y del cuerpo técnico poco a poco a base de lo mismo que le hizo grande aquí: su trabajo y su talento. Y aunque en las filas madridistas se le echa de menos y se hace raro aún verle con otro uniforme, su carrera necesitaba este cambio. Ójala le vaya muy bien el resto de temporada, que demuestre todo lo que es capaz (que es muchísimo) y que lleguen todos los merecidos triunfos. Gracias por todo, capitán!!!
By @LadyMadridista
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