De par en par
Tras la lesión de Karim Benzema el pasado sábado en el partido contra el Levante, se recrudece el debate de si falta un nueve en el seno del madridismo. Parece que lo único en lo que todo el mundo está de acuerdo es en que Borja Mayoral aún esta verde para ser pieza importante en este Real Madrid.
Ahora que nuestro número 9 va a estar en el dique seco unas cuantas semanas, parece claro que Cristiano ocupará el espacio del '9' dentro del esquema de Zizou, pero... ¿quién ocupara la banda izquierda, normalmente regentada por el crack portugués?
Aquí es donde se abren dos posibilidades, la primera es que el técnico francés mantenga el actual 4-4-2 con Isco acompañando a Modric, Kroos y Casemiro. Un sistema que sin lugar a dudas nos proporciona un mayor control del centro del campo y una mayor facilidad para dominar los partidos. O bien que opte por volver al sistema que tantos éxitos nos dio las pasadas temporadas, es decir, volver al 4-3-3 pero claro, sin la BBC.
Esta última opción es la que genera más dudas, ya que el público del Bernabéu siempre ha gustado de ese fútbol directo de velocidad y contragolpe, de ese fútbol llamado de "Rock & Roll"; pero eso implicaría no usar el 4-4-2 y dejar fuera a uno de los dos jugadores más en forma de la platilla, como son Asensio e Isco.
En el tridente, hay varios jugadores que pueden ocupar esa parte izquierda en el ataque. Por un lado, Bale podría por fin jugar en su banda natural, dejando espacio a la derecha para la incorporación de Lucas Vázquez. También podría ocupar ese espacio cualquiera de los dos antes nombrados, Asensio o Isco. Otra opción sería (creo que es lo que quería ver Zidane el sábado frente al Levante) es poner a Theo de lateral y a Marcelo acompañando a Bale y Cristiano. La opción menos probable es dejar a Cristiano en la izquierda y darle la alternativa a Mayoral, pero nunca se sabe, si algo ha demostrado Zizou es que confía en toda la plantilla y que cualquiera puede jugar.
En definitiva, que en todo este puzle que es el once del Real Madrid falta una pieza clave para completarlo y esa pieza solo está en el bolsillo de Zidane.
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