Gareth Bale no jugará con Gales los dos partidos de clasificación para el Mundial de Rusia, ante Georgia e Irlanda; y volverá a Madrid para recuperarse de una microrrotura en el sóleo de la pierna izquierda.
Fuente: Antena3 |
El galés se retiró en los últimos minutos del partido frente al Borussia el pasado martes por una sobrecarga en el muslo izquierdo. La lesión no pintaba grave y tras descansar ante el Espanyol, viajó con su país para ayudar a su Selección, pero unas molestias distintas no le han permitido seguir en la concentración de Gales.
Desde que el extremo llegó al Real Madrid en 2013, ha sufrido dieciocho lesiones que le han supuesto perderse 65 partidos. En su primera temporada se perdió diez partidos, ocho en la segunda, dieciocho en la tercera y veintinueve en la pasada. La lesión más grave le ocurrió la temporada pasada, en el tobillo derecho que le mantuvo fuera de los terrenos de juego durante dieciocho partidos. La mayoría de las lesiones han sido musculares, especialmente en su pierna izquierda.
A falta de pruebas médicas, el tiempo estimado de baja será de un mes aproximadamente y se perderá siete partidos, Getafe, Éibar y Girona en Liga, el doble partido de Champions ante el Tottenham y la ida de Copa del Rey con el Fuenlabrada.
Esta lesión supone un contratiempo para el jugador, que empezaba a coger ritmo y a ver portería. Ya han pasado casi seis meses desde que el Zidane pudo juntar a la BBC. Ahora, con el final de la recuperación de Benzema, el galés retrasa la delantera preferida del técnico madridista.
Pese a sus portentosas condiciones físicas, estas lesiones le han obligado a perderse uno de cada tres partidos y jugar sólo el 56% de los minutos. Su calidad no se discute, pero por desgracia de su salud, no se puede decir lo mismo.
JM Durbá, @93Madridista
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